"La culpa es por vivir pensando en el pasado.
El miedo es por vivir pensando en el futuro."
Decía alguien por ahí. Muchos, tantos, montones.
Qué fácil es hablar así. Os animo a Pensar a todos y cada uno de vosotros cual es el más que probable colchón detrás de ese tipo de pensamientos y la mayoría inmensa de lo "espiritual" que se vende por doquier: el dinero.
Y si no lo es, entonces sí que será algo digno de admiración. Por que, y cuando hay problemas económicos?. Pero aquí, como en cualquier otro lugar, podemos presumir de lo que nos de la gana, son pocos los que se desnudan, muchos los que solo muestran lo que les conviene, yo incluido. Pero al menos admito que el dinero me preocupa, su falta, sí, oh dios, he pecado?. Ante los que sólo muestran la punta del iceberg de sus circunstancias, puede que sí.
La realidad de toda esta espiritualidad de escaparate, es otra histora, claro. Es más aquí un desfile de fantasmas nebulosos que no puedes ni ver ni tocar, ni aseverar en donde se encuentran, o si tienen piernas o brazos siquiera. Siendo la mayoría una manada de fantasmones.
Si toda la "espiritualidad de escaparate" de la que presumimos experimentar tiene como base una estabilidad económica, creo que nos estaremos autoengañando a nosotros mismos. Y estamos creyendo que un pasatiempo espiritualmente orientado es una búsqueda espiritual real y arriesgada. El dinero, ese flujo de energía e invento demoníaco, es nuestra base, nuestros cimientos, para a partir de ahí, considerarnos "espirituales"?. Desde cuando uno evoluciona desde una postura de estabilidad y comodidad económica?, desde cuando uno no abre más los ojos si no es bajo la presión del estrés generado por la incertidumbre ante el mañana?. Es muy duro, y lo vivo y veo con un tremendo respeto.
Qué ironia sobre la que reflexionar.
Es peculiar, curioso, inductor de muchos autoengaños que se contrarían entre sí, esto de la espiritualidad. Primero mucha gente se queja de que otros estén "dormidos", cuando ellos tienen el privilegio y la comodidad de predicar lo que sea desde su púlpito personal en el que, en medio del sueño diario, recaban tenues y efímeras experiencias en las que despertaron a una realidad mas intensa que aquella en la que viven. Pero "realidad más real" no significó "realidad más dichosa", por defecto. Hubo veces en que para despertar, uno debía ver la muerte a las puertas.
Que es si no ser conscientes de nuestra mortalidad, el reconocer que la vida que vivimos aquí en estas sociedades no es más que la búsqueda del letargo más eficiente posible?, detrás de múltiples etiquetas: "felicidad", "amor", "prosperidad"..... todas y cada una de ellas sustentadas en la más recalcitrante inconsciencia y letargo consciente y subconsciente a la vez.
La verdad de nuestras circunstancias, es aterradora. La vida humana como tal se sustenta como un sueño, un letargo voluntario, una inconsciencia que se irá perdiendo gradualmente. Que ironía. Y tal vez lo sea por el miedo a perder todo lo que tenemos, por poco que sea. Por el miedo a perdernos a "nosotros mismos" muchos se convirtieron en demonios, se creyeron el cuento autoalimentado de que el sentido de propiedad existía, en un "lo que es" en donde la idea de propiedad es el invento humano que más nos divide.
Supongo que la vida más verdadera es aquella en la que tienes a la muerte más a tu lado. Pero quien quiere eso?, todos preferiremos el letargo, antes que reconocer que sin muerte, no hay vida alguna. La muerte de todo lo que uno atesora. Como sino natural del ser eterno inmortal que somos detrás de todos nuestros sueños.
Sí, pero poco a poco, por favor.
Esclavos de la voluntad de otros, pero cuánto realmente lo somos al cabo del día?¿. Tanto que es inimaginable pensarlo siquiera.
Por que, por ejemplo, para qué venimos aquí a leer a nadie, para qué
vengo yo a decir nada, siquiera?: esa propia intención me delata; el
propio deseo de dominar y no reconocer cuanto estoy siendo dominado, por
otros.
El fin de la necesidad de la palabra es como el fin de una vela que se
agota. Acaba ocurriendo. Como cuando se acaba la infancia.
La palabra es ese ominoso código maléfico en el que por mucho que
rebusques no encuentras más que capas dentro de otras capas, de prisión
tras prisión. Pero crees en la prisión ciegamente por que crees
equivalentemente en tu ego, ilusamente crees que la liberación de la
misma puede ser replicada, y fabricada a gran escala, para liberar de la
miseria a los otros miserables que comparten miseria contigo en esta
existencia.
Tal infamia tiene limites, por supuesto, pero si nosotros decidimos ser
enemigos de lo ilimitado, seremos enemigos de nosotros mismos, y vivir
en el límite es lo necesario para aquel que quiera enterrar la
autenticidad de su ser en la mas honda oscuridad.
"Por el miedo a perdernos a "nosotros mismos" muchos se convirtieron en demonios, se creyeron el cuento autoalimentado de que el sentido de propiedad existía, en un "lo que es" en donde la idea de propiedad es el invento humano que más nos divide".
Todo ocultista es ese hijo de las tinieblas que nos miente para sobrevivir, para que su ego sobreviva. Se han inventado triquiñuelas multidimensionales para prolongar su vanidad a costa de la verdadera luz ajena, pues no hay mentiroso mayor que aquel que se disfraza de luz y de verdad. Aquel que pretende robarte la validez de tu propia luz es el farsante. No importan ni las condiciones ni las circunstancias, que la palabra cualquiera sea es la prisión y la voluntad del corazón la absoluta libertad.
Vivimos en un mundo de engaños súmamente sofisticados y tal vez el verdadero reto de haber recalado en semejante frenopático sea el de vencerlos a todos ellos. No a tu hermano, si no a los engaños que tus hermanos desesperadamente defiendan, con ese sutil odio, orgullo y soberbia con los que defienden la mentira. Que tu hermano siga en su engaño hasta el fin de sus tiempos, pues tu palabra otra prisión para él será.
Siempre resulta curioso de reconocer ciertas contradicciones en las que nos sumimos para soportar la condición de nuestro ser, aquel que parece ser el más verdadero.
Antes hablaba de que todo este mundo que hemos construido es el letargo en el que nos hemos sumido para no reconocer el ser inmortal que somos. Lo más impactante es que tal construcción es obra nuestra voluntaria. No, no somos victimas de ninguna trampa en la que hemos caído, seguimos aquí por que somos incapaces de aceptar nuestra inmortalidad; por que pensamos que tenemos que tener una vida lineal infinita donde todo siempre vaya bien, tengamos siempre los mismos amores, parejas, allegados, amigos, y todas esas cosas y no perdáis la memoria de todo ello: de todos los que morirán, todos los muertos, dolores, malamores, malamistades, disgustos, tristezas etc..... Nos redujimos a eso, y eso queremos seguir siendo, o querréis vosotros, por que yo ya no tanto.
Pero no tiene ningún sentido vuestra ansia de recordarlo todo. Por eso la gente solo recuerda lo que es realmente, no "vidas pasadas". Las "vidas pasadas", son simplemente todas las vidas presentes que han vivido y se viven ahora todos los seres del infinito multiverso, y tu puedes experimentar cualquiera de ellas, pero no solo eso, claro.
Eres un ser inmortal, atemporal, y adimensional, así que creas esto, todo esto que llamas trampas, para vivir algo.
Buscas la iluminación, buscas la liberación?: a mi me da que te encontrarás por qué no la deseaste, y por qué creaste este sueño: para negar quien eres. Pero por una buena razón, no una mala.
Pensáis que es una tontería, esta existencia tal y como es, de verdad sois tan ingenuos como para pensar que un ser inmortal con infinidad de billones de infinibillones de años de experiencia elige esto, elige vivir, tu miserable vida, sin más, que esto es un error?, válgame......
Sólo puede ser una cosa: una obra de arte, tan surrealista, que ni su propio creador la comprende una vez se zambulló en ella y tiró la llave. Dentro de esa obra de arte está todo ese teatro al que tanta importancia le acabáis dando: que si bien contra el mal, que si conspiraciones, que si la vida es una mierda, todo eso. Por que es parte del paisaje, que hace que la experiencia, bajo la autolimitación a la que te has sometido, se viva a flor de piel y gracias a ello, se pueda sentir como una completa y total obra maestra multidimensional.
Qué dificil, es a veces darse, ese amor que podemos darnos, y que confundimos con algo que tenga que venir de afuera.
Que no es que nos debamos nada entre la gente, no, es que me lo debo a
mí mísmo. El fin de la guerra siempre ha estado ahí, al alcance de la
mano.
https://www.burbuja.info/inmobiliaria/threads/espiritualidad-de-escaparate.2073493/#
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No digas polleces e?.