El mundo esta lleno de gente inocente. Toda esa gente es gente feliz con una facilidad mayor de lo que lo pueda ser alguien como yo, por ejemplo.
Inocente en el sentido de que si bien son responsables de sus actos, no tienen consciencia de ciertas cosas que ocurren o cierta consciencia sobre lo que son, simplificándolo mucho.
Nosotros, incluso, los que mencionemos esto, somos también inocentes, pues somos inconscientes de quien sabe cuanto, lo seamos, tal vez, infinito. Somos inocentes desde el punto de vista de otros que hayan perdido la inocencia en ciertas áreas. La inocencia se pierde tomando consciencia de aquello que se mantenía en la trastienda de la consciencia, en el subconsciente. La inocencia en "eso", en lo que se haya tomado tal consciencia.
Al hablar yo anteriormente de la inocencia comenté que va íntimamente relacionada con el sentimiento de amor incondicional que puedas sentir por alguien. Es como un "le quiero por que no sabe lo que hace". Pero tengo claro que solo puedo sentir ese amor incondicional cuando por yo que sé que razones, el acto de esa otra persona me haga sentir que sea como el acto de un niño inocente.
Ya he dicho que es un tema muy tabú, pues las varas de medir sobre esto no existen "oficialmente", pero todo este sentir viene o va dado de una u otra manera a base de vivir y vivir, y sufrir viviendo, perdiendo inocencias que otros ejemplifican no haber perdido. Perdiendo la inocencia en circunstancias en las que anteriormente fuimos niños.
"No hagas esto", "no te metas esto otro", "no hagas aquello otro", "ve sobre seguro", "haz lo que todos": puede que así vivas una vida feliz sin "problemas" derivados de querer mirar mas allá, pero a los que nos llama el hacerlo, el aburrimiento nos vence, es como una cuestión de vida o muerte, y no es broma ni exageración, por que es como si algo que va mas allá de la vida entrara en juego en el sentir, que lleva a hacer cosas incomprensibles para los que no lo sienten.
Y el diseño del ser que somos nos permite ver mas de nosotros mismos en base a como actuemos. Nosotros y nuestras elecciones son lo que reconduce la manifestación de todo el universo que acabemos contemplando. No hablo de la manipulación de la realidad para conseguir a nuestro antojo cualquier cosa que se nos ocurra, en mi opinión tiene más que ver con realmente ver que si eres malvado, por ejemplo, vivirás cosas relacionadas con ello, y si no, pues cosas relacionadas con todo ese otro actuar que lleves a cabo en tu vida diaria. Nada extraordinario, pues, ya que la mayoría de la gente se tiende a regir por esos principios.
Sin ese amor incondicional por la gente y por lo que es no puede uno elevar su consciencia a las estrellas, más allá de la encarnación humana, de la vida y de la muerte; esto es lo que yo he visto. Y tenemos la osadía de pensar que el universo está mal diseñado, que este planeta es una prisión?: si llegara a ser una prisión por yo que sé cuales rocambolescas causas, el fundamento de la misma sería que nosotros alimentáramos su existencia, pues si lo es, es una sumamente ingeligente, ya que usa el propio diseño del universo y la consciencia en "nuestra" contra. "Nuestra", al final, el ego al que nos aferremos es el mayor responsable de su persistencia, pero qué difícil es desapegarse de él, o ellos, por que tenemos muchos, a lo largo del tiempo; que no es que el ego sea malo o bueno, si no que depende de qué hayamos alimentado ahí, que clase de monstruo hayamos creado. Nosotros, somos la prisión, nuestra forma de pensar y actuar, es la prisión. Alimentamos colectivamente una forma de pensar, ser, y existir, que nos aísla brutalmente del resto del universo y a eso el paradigma satánico lo llama "libertad". Todo paradigma que se vende aquí nos atomiza increíblemente y a eso lo llamamos "libertad". Supongo que el invento de la libertad que este mundo publicita con el dinero como máximo exponente es el peor invento de todos, qué paradojas. Un flujo económico creado y controlado por entidades profundamente oscuras en sus intenciones, toma ya. Uno se siente más libre, cuando acepta que no puede librarse de si mismo, al menos, lo contrario a lo que buscan todos estos paradigmas de mercadillo espiritualoides que vende este mundo.
Negamos nuestro poder y nuestro ser, esperamos que nos lo den otros, u otra cosa, otra excusa, otro entendimiento, lo que sea, el "diseño del universo" u yo que sé!. Esperamos que el resentimiento que vivimos y la deuda ajena que se nos debe por haber sufrido cambie todo a mejor, pero no será así.
Porque, para "navegar libremente", uno ha de tomar el remo con sus propias manos, y no dejar que lo tome un sistema malvado que no es más que una obra teatral. Nuestra manera de pensar y comportarnos es la primera y más importante mierda que nos tragamos a diario. Toda la que nos corta las alas, por que es "lo normal", la "costumbre", lo que "todo el mundo hace". Pero lo que casi todo el mundo hace es cavar su tumba, y pocos, desempolvar sus alas. Echémosle la culpa a lo que nos de la gana, aburrimiento, tedio, desidia, el sistema, los demás, lo que sea, hagamos lo que hagamos para distraernos, que si no se coje el toro por los cuernos, no acabaremos mas que nadando sobre la misma mierda sobre la que tanto amamos nadar.
Si estamos dispuestos a no entrar en coherencia con nosotros mismos, al menos deberíamos de ser lo suficientemente coherentes con nosotros mismos como para aceptar las consecuencias de tal acto, dejando de lloriquear por aquello que no se nos ha dado por ser incoherentes.