jueves, 20 de octubre de 2022

 

 La madurez natural que viene indudablemente acompañada de nuestra experiencia de vida lo es todo. El resto son tonterías para huír de la realidad. Una realidad a la que estamos sujetos y no podemos controlar, ni predecír, y mucho menos, planear.

El niño que nace y se impresiona por todo, el viejo al que no le impresiona nada, ahí veis la diferencia, la naturalidad, en un ejemplo sencillo y empírico. Entremedias gente que desdeña el valor de la madurez busca estados milagrosos absolutos perennes del ser. Pero sólo se dedican a nadar en lo caduco. Ese correr en círculos a velocidad máxima yendo a ningún lugar. Ese no creer en que "mañana", serán mejores que "hoy" simplemente por experiencia acumulada. Esa arrogancia, esa vanidad. Seran otra persona, que ni siquiera se pueden imaginar. Y los nombres, las identidades, y las limitaciones conceptuales de tu pensamiento, serán solo las defecaciones producto de vivír eternamente en el filo de la navaja de la vida.

Llegará el momento en que habrás superado cosas críticas sobre la experiencia humana simplemente por inercia, sin esfuerzo alguno, por experiencia. Y no habrás tenido que emponzoñarte con ningún adoctrinamiento humano que se venda en este mundo. Ese millón de formas de salvación, ese millón de mentiras, que impiden la mísma. Por que si hay algo aberrante en este mundo, es eso, entre tantas otras cosas: la mecánica mental de la gente, la búsqueda de la felicidad, de la gente. No hay mayor ejemplo ajeno que pueda hacerte más infeliz por minuto en este pozo de vanidades humanas, si se te ocurre darle crédito alguno. ¡No se te ocurra!. Ya que acabarás descuartizado, y el valor de tu vida tal y como es será cero. Juega ese juego, si nadas aun en esa adolescencia espiritual, nada en ese estanque lleno de pirañas donde el canibalismo es la norma. Visto está que quien no cree en si mísmo tal cual se mete donde no le llaman.

Se nos bombardea constantemente con la idea de que debemos de arrodillarnos ante el ejemplo de vida ajeno, ninguneando el nuestro. Que debes vivir la vida de otros, y no la tuya. Que debes tener talentos de los que careces, y hacerlo igual de bien que los que los tienen, y un sinfín de gilipolleces más.

Escupo profundamente sobre todo eso, es la basura y miseria más absoluta. No es cuestión de desdeñar a nadie, es cuestión de no desdeñarse a uno mísmo.

Uno jamás podrá seguir la vida de otros, uno no podrá jamás vivír la vida de otros, uno sólo podrá vivír su vida, y nunca podrá vivír otra cosa. A menos de que encarne reviviendo la vida de esa otra persona desde su nacimiento hasta su muerte, supongo. Como si se fuera a ver una pelicula al cine... el cine de la consciencia.

Este es tal mundo en el que es tan fácil ser infeliz. Si lo fundamental nace del valor de uno mísmo para uno mísmo, ha de afrontar defender ese valor en la soledad más absoluta desde el principio, ya que el valor de la vida humana aquí es cero, y el poder de la propaganda del sistema que lo propone, y la presión social que te rodea, es enorme, penetra en el subconsciente desde muy jóvenes, y destruye desde dentro cualquier pretensión de sana independencia espiritual. Es lógico que así ocurra en territorio demoníaco como este: todo lo que se promueve va contranatura, en contra de la maduración, empoderamiento, soberanía individual y consiguiente elevación del ser natural. Eso sólo se consigue huyendo de lo que se vende aquí, huyendo de ser pastoreado por parásitos hambrientos de tu energía. Porque qué necesidad hay de juzgar la vida del otro si no es por que dependes de su energía cual chupasangres drogadicto?; dicho queda.

Quien cree que vivir como aquí vivimos es lo "normal", es por que no se da cuenta de que lo normal no es canibalizarnos energéticamente los unos a otros para no sentirnos solos. Que eso es sólo el mal hábito adquirido de un mundo dominado por entidades parasiticas que se han vendido como el gran ejemplo a seguir, y que esas entidades han vencido cada vez que hacemos lo que ellas han propuesto que hagamos al seguir su demencia como modo de vida. Podrás ser inocente, hasta que tomas consciencia de ello y comienzas a ser parte del problema si no cambias. Lástima que la soma y la propaganda del sistema sean tan eficientes como para anular casi por completo la llamada del instinto de la inmensa mayoría de la especie humana.


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No digas polleces e?.