viernes, 30 de diciembre de 2022

Perdónate.

 Perdónate todo.

Lo que pudiste hacer y no hiciste.

Lo que puedes hacer y no haces.

Lo que te equivocaste y te equivocas.

Lo guay que podría ser la vida y no es.

Perdónate!!.

Quiero ver más allá. Y sólo puedo hacerlo dejando de fustigarme con el espejo ajeno. Por toda la mierda que no hice y pude hacer, por todo lo que pude disfrutar y no disfruté, por toda esa puta mierda hedonista vacía que no importa nada!!!. NAAADA. Son sólo juguetes. Juegos que jugar o no. No sentencias con las que condenarse.

Qué prisión, más estúpida, a la que someterse. Tan irrelevante.

El ejemplo ajeno, el espejo, esa trampa, o ese maestro que da irrefutable ejemplo de aquello que no quiero ser. Sea cual sea tal, ninguno vale nada más que como anécdota de lo que ver desde otro punto de vista. Palabras, imágenes, voces, que se pierden en la memoria. Uno nunca sabe ni quien es ni qué quiere ser, pero siempre sabe qué es lo que no es y no quiere hacer. Y sabiéndolo, camina y vive su esperanza. Poder ser uno tu a tú con el universo, ¡ser uno contigo, conmigo, joder!, interactuando conmigo mísmo fuera del espacio-tiempo humano de este lugar.

Por que por amor hacemos muchas cosas, y una de ellas es someternos a la mentira. Algún día acaba siéndola, si no lo habíamos considerado antes.


miércoles, 14 de diciembre de 2022

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Si me pierdo en "el mundo de los adultos" acabo deseando el fin de su existencia, acabo siendo aquello que no soy, realmente. Por eso tiendo a volver, a recordar cómo somos, cuando venimos aquí. Esa luz, que tenemos de niños, que dura unos cuantos años, hasta que nos dejamos corromper por el mundo, seducidos por chucherías intrascendentes. Esa mísma luz, refleja un inmenso mensaje: la frivolidad del mundo. Pues lo que menos importa de ese mundo, es todo lo que les importa a los adultos, por lo general. Es decír, por qué hay que convertirse en mierda seca, poniendo nuestras esperanzas en nuestros hijos, para que luego ellos repitan el mísmo error?.

La corrupción del mundo es una mota de polvo en medio del universo. Por decír algo, con cierta coherencia con lo que percibo. Pero esa mota de polvo trae a la consciencia todo aquello que no es la inmortalidad que somos: envejecimiento, tiempo, mentira.

Podrá sonar de la manera que te dé la gana que suene, pero alguien apostó por la luz que somos antes de la existencia del tiempo. Y me gusta esa luz, por que no me ciega. Alguien apostó por esa otra luz, quieres apostar tú también?. Cuanta gente vende luz que sólo te hace daño a los ojos, cuanta.... A cuanta gente hay que acabar ignorando por que su luz no respeta tu presente?, cuanta gente escupe, sobre el presente?, con la triste excusa de la luz?, cuanta?, lo que me pregunto no es cuanta, en verdad, si no cuanta no lo hace.

En un flujo fuera de nuestro control, lo complejo parece reducirse a tomar unas decisiones aparentemente sencillas.

Apostar por algo; no sabes que te encontrarás, pero tal vez sea bueno, no?. Las garantías de algo son para los ilusos, el resto, coexiste con la incertidumbre.