viernes, 30 de diciembre de 2022

Perdónate.

 Perdónate todo.

Lo que pudiste hacer y no hiciste.

Lo que puedes hacer y no haces.

Lo que te equivocaste y te equivocas.

Lo guay que podría ser la vida y no es.

Perdónate!!.

Quiero ver más allá. Y sólo puedo hacerlo dejando de fustigarme con el espejo ajeno. Por toda la mierda que no hice y pude hacer, por todo lo que pude disfrutar y no disfruté, por toda esa puta mierda hedonista vacía que no importa nada!!!. NAAADA. Son sólo juguetes. Juegos que jugar o no. No sentencias con las que condenarse.

Qué prisión, más estúpida, a la que someterse. Tan irrelevante.

El ejemplo ajeno, el espejo, esa trampa, o ese maestro que da irrefutable ejemplo de aquello que no quiero ser. Sea cual sea tal, ninguno vale nada más que como anécdota de lo que ver desde otro punto de vista. Palabras, imágenes, voces, que se pierden en la memoria. Uno nunca sabe ni quien es ni qué quiere ser, pero siempre sabe qué es lo que no es y no quiere hacer. Y sabiéndolo, camina y vive su esperanza. Poder ser uno tu a tú con el universo, ¡ser uno contigo, conmigo, joder!, interactuando conmigo mísmo fuera del espacio-tiempo humano de este lugar.

Por que por amor hacemos muchas cosas, y una de ellas es someternos a la mentira. Algún día acaba siéndola, si no lo habíamos considerado antes.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

No digas polleces e?.