domingo, 19 de noviembre de 2023

El valor de la vida y la reencarnación?.

 

  Tal es el valor que le doy a la vida, a mi vida, y del que no soy enteramente consciente, que da miedo cuando vuelve esa consciencia. A poco que ocurre algo que me hace ver que la vida es algo que se puede perder, a poco que despierto del trance en el que suelo estar en el que veo el final de la vida como algo lejano, me doy cuenta de nuevo de su valor, su valor ignorado, enterrado por la inercia de una rutina que vivo con un sentido tan aplastante, y grande, que hasta la posibilidad de perder las cosas mas nimias de esta tan despeciada vida, por muchos, me conmueve por su belleza.

Una belleza que no valoro hasta que la pierdo. Uno no valora las cosas que tiene, hasta que las pierde, suelen decir. Siempre he creído en ello, pero hay veces, que es impresionante, incluso, aterrador, cuanto poder tiene sobre uno, cosas tan aparentemente insignificantes.

Aterrador por que en esta vida lo he pasado muy mal, y lo mal que me quede por pasar, por ir a contracorriente de un mundo que va contra la vida. Sólo pensar en volver a tener "otra vida" así, similar, pero con sufrimientos y padeceres por el estilo, me hace casi odiar, la posibilidad de reencarnación.

Pero por qué se ha demonizado la posibilidad de reencarnarse, que en realidad, es simplemente "volver a vivir". Supongo que es por lo oscuro que el paraíso original se ha tornado aquí. Te hace renegar, de la propia vida en sí. Y si esa es la agenda de las fuerzas oscuras, el negarnos a nosotros mismos, están haciendo un trabajo fabuloso en la mayoría del género humano.

La vida es bella, y me resulta temible admitirlo. Todos los pesares que vivimos lo demuestran. Toda tu tristeza, tu depresión, es tu amor por la vida. Y si fracasas, tienes la posibilidad de enmendarlo, por que puedes hacer, lo que quieras, DE NUEVO. Por que hay luz en cada esquina, belleza en cada recoveco, tanta, que asusta.

Eso es reencarnar, eso es, revivir. Ese el poder del creador que tengo, y que me asusta.

Entonces, a dónde quiero ir, con mis deseos de trascendencia?, la consciencia de la muerte, del fin de la vida, me pone a prueba, en qué es de verdad lo que quiero hacer. Si algo debo de hacer, es aceptar mis errores, mis fracasos, y no mirar atrás, por que si miro atrás, volveré para vivir aquello que me quedé con ganas de vivir. Es mi poder, mi poder de ser rico pobre guapo feo follador y todo lo que me de la gana!, y asusta, tener ese poder.

Es un test de madurez, el juicio que uno se hace a sí mísmo que le permite mirar más allá de tener el paraíso en sus manos, y querer mirar más allá.

Mucho se debate sobre esto, en la comodidad de las circunstancias de cualquiera, pero eso son solo pasatiempos intrascendentes cuando uno de verdad considera la posibilidad del fin de esa, su vida, triste e insignificante, pero que al fin y al cabo, amaba con todos los átomos de su ser sin darse cuenta siquiera.

Creo que habrán mas factores en juego que determinen el por qué decidamos vivir esta vida, pero lo que he comentado parece ser un factor mas, supongo. Da que pensar, pues, por qué elegí vivir semejante vida tan llena de sufrimiento, pudiendo vivir cualquiera; la única especulación a la que le encuentro sentido es por su potencial evolutivo, el dolor tiende a abrir los ojos mucho mas que el placer.

El ser que somos individuado pre-vida, pues no creo que sea el absoluto sin mas, si no una mezcla, es mucho mas sabio espiritualmente de lo que creemos, pues es mas consciente de lo que pasa, mas en el presente, como para tomar semejantes decisiones; si algo hace la vida acomodaticia, y hedonista, es dormirnos.

Hay gente que se rebela contra este estado de cosas "evolutivo", considerándolo una dictadura espiritual, que lo es en cierto modo, añadiéndose a las filas de la anti-vida. Pero contra lo que luchan es contra sí mismos, su propio diseño que les lleva incluso a rebelarse, en una guerra que nunca se puede ganar, por que uno no puede derrotarse a sí mismo, solo autoengañarse con mentiras; asi que tal es el juego que se traen las fuerzas oscuras, el de su autoengaño como forma de vida parásita de la vida verdadera.

Su única redención es la rendición incondicional de sus egos ante sí mismos. Ese es el juicio final, claro.

Las religiones siempre han trabajado para la oscuridad al pretender robarnos la soberanía personal inalienable que tenemos en ese juicio final que se da en el eterno presente. Y que podéis vivirlo en esta vida, claro, aunque sea un misterio como y cuando se dé.

Es lo que hay, mucha gente, en su inocencia e ingenuidad, trabaja inconscientemente para aquello que suponen que están combatiendo; justamente al "combatirlo", su energía de esa intención hace suma y sigue a la de las oscuridades. Nos tratan como a jodidas vacas lecheras, todos estos que van de maguitos oscuros. No pretendo promover el odio hacia ese libre albedrío que ejercen, claro, pues solo sirve para hacernos caer mas a su nivel.

Cuanto mas luchas contra el "mal", mas aplaude este por ello, y mas fuerte se hace; es como decirle a un niño que no puede hacer algo, solo por llevar la contraria y sentirse libre de tu yugo acabará haciéndolo, qué ironía.


Esto que cada uno se lo tome bajo su responsabilidad. Pues es cierto, que no siempre es moral mirar a otro lado. Pero al final es cosa y responsabilidad de cada uno elegir por qué quiere luchar y que esta dispuesto a perder al hacerlo, que no pretendo juzgar a nadie con decir lo que me parece obvio, si todo el post va de que eres tu el que te acabas juzgando por tus actos.

 

 

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No digas polleces e?.