Me suelo hacer ciertas preguntas, al respecto del por qué vivo lo que vivo, o del por qué elegí esta forma tan "anormal" de vivir. Me las suelo hacer por que caigo con facilidad en el desánimo, producto de la evidencia que me rodea: nadie hace lo que hago, las excepciones, una minoría demasiado pequeña.
Lo primero que me suele venir a la cabeza es que, si no lo hubiera hecho, si no hubiera tomado ciertas actitudes, no habría "abierto los ojos" de la manera en la que lo he hecho, no podría autoconocerme tan en profundidad. Sí, el miedo te advierte de una cosa, mientras que te guía hacia otra; pero, ¿de qué manera interpretarlo?. Suelo contemplar dos formas: la básica, la generalizada, basada en la supervivencia del cuerpo físico, aquella que todo el que se cree que es alguien "cuerdo", practica.
Luego esta la otra, y ahí entramos en palabras mayores. La otra, la que intercalo con la básica en ocasiones, te permite ir más allá de la vida y de la muerte: reconocer que los límites de la vida son barreras mentales que de algún bizarro modo, te has autoimpuesto como forma de "seguridad mental"; es decir, algo parecido a la amnesia postraumática, cuando a veces, sucede. El miedo está ahí, por supuesto, pero está ahí para decirte a la cara cuanto temes auto conocerte.
Entonces, ¿qué?. ¿Qué demonios está pasando?. Millones y millones de seres humanos no trascienden esa barrera la cual ha parecido surgir, a modo de defensa natural contra un supuesto evento traumático. Cuál es ese evento traumático es la pregunta, si es que existe de verdad. Luego uno puede acabar pensando que este es solo un simple sueño en el que me demuestro a mi mismo cuanto estoy dispuesto a luchar por recuperarme de tal amnesia.... voluntaria?. Acabar reconociendo eso tal vez sea lo más terrorífico del asunto.
Por qué es tan fácil perderse (en el sueño), y por qué tan difícil autoconocerse?. Supongo que tiene que ver con el proceso de reconocimiento de la existencia de algún tipo de herida, algo mucho más trascendente que cualquier herida emocional a nivel humano, es algo situado a un nivel superior, paradójicamente mas profundo de nuestro ser, el único ser que existe, si se puede decir así. ¿Es esta vida esa herida?; no lo sé de seguro, pero me lo pregunto.
TODO aquí en esta miserable sociedad está destinado a que distraigas tu atención de tu centro fundamental. TODO. Y da bastante asco reconocerlo, la verdad. Acercarse a ese centro fundamental nuestro es como acercar la mano a una estrella: devasta nuestro ego con una facilidad tremenda; cada vez que nos acercamos un poco, volvemos arrastras. Supongo que por que eso a lo que nos aferramos, no es lo importante, no es lo que somos. La vida sigue siendo una frivolidad sin sentido por dejarnos llevar por la corriente de tanta distracción, y tanto humano distraído. Fuera de eso, tiene, sentido, por supuesto. Sólo tenemos que aceptar que de verdad lo tiene, para ti a tu manera y poco más.
Mucha gente ha hablado de esto y se ha creído profunda al hacerlo, pero tengo claro que todos nos hemos quedado en la superficie sin ir mucho más allá. Hay algo que se nos escapa y no sabemos comunicar. La procesión y los fuegos de artificio o naturales inefables va por dentro, ya. Pero aun así, fracasamos horriblemente al tratar de transmitir prácticamente nada de lo que pretendemos transmitir. Fijaos cuan bajo se puede caer con el simple hecho de llamar dormido, a otro, y considerarse uno, despierto. Uno solo parece sentir que ha despertado con respecto a su estado previo personal de letargo, poco más. Pero aun así, podrás seguir experimentando otros despertares, tal vez, infinitamente... ¿Quien es el dormido, quien es el despierto?: todos y ninguno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No digas polleces e?.