Tan real como tú quieras que sea. Ese es el problema, y la solución a la vez.
Que poco tiene que ver todo esto con elucubraciones cerebrales vacías sobre si puede o no ser así, que poco tiene que ver con ser más plano que un sello para llegar a él. Al final no es ahí donde sientes a ese dios, es mas abajo; y cuando quieres ir hacia arriba para alcanzarlo, acabas reconociendo lo bajo que has caído.
Es entonces, cuando caes de rodillas en lágrimas. Y ves lo que hay. Tu pequeñez, la de todos, y que puedes vivir algo mejor que el horrible ejemplo imperante humano de este planeta.
Que este mundo sea un oscuro agujero es sólo una excusa para sentirse acompañado en nuestra propia oscuridad.
Pero al menos, ves lo que hay. Es importante, ver lo que hay. Importa, ver qué se pretende aquí, y cuanto dista de la gloria del ser que podemos vivir todos.
Apreciación, adoración, reconocimiento de lo que ya es y hemos enterrado, olvidado y negado. Religiones que nos dividen y distancian de ello; doctrinas, ideologías, filosofías, ciencias, que también dividen y evidencian nuestra indecisión y falta de compromiso: la comodidad de vivir en un limbo de irresponsabilidad y que "los demás decidan por nosotros". Entidades oscuras demoníacas que lo son por que creen más en dios que el creyente más devoto..... no existe el mal absoluto, sin lo contrario. Garantizado.
Todo esto es real. Y lo es por que la realidad no es un concepto plano bidimensional definido y conceptualizado por nuestros patéticos intelectos. Eso son las trampas. Eso son los engaños, en los que, como creyentes en nuestra falsa independencia, y falso control de nuestros destinos, hemos caído. Pero dime tu a mí que niño no se tropieza y cae alguna vez. Y para qué está el amor si no entonces, para acariciarle y decirle que el dolor de la caída pasará.
Formamos parte de la rebelión contra lo que es, sin darnos cuenta siquiera. Es una elección, tomada antes o después. Inocencia, ingenuidad, o libre albedrío, ese regalo que se nos dio, para acabar reconociendo que las lágrimas que caen de nuestros ojos contienen más verdad que toda la basura que se vende aquí para tratar de arreglar un mundo devastado futilmente. Pero bueno, no es el mundo el que está devastado, somos nosotros los que lo estamos, qué coño va a ser el "mundo"..
Es el único principio que vale la pena reconocer para empezar a redimirse realmente, lo demás.... ya se sabe que es lo demás, soma pura y dura, para gente feliz.
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No digas polleces e?.