jueves, 26 de enero de 2023

Luces y sombras.

 

 "La verdad te hará libre", dice mucha gente. Un meme un tanto antiguo que resulta cansino y tocacojones de escuchar. Es como si cada personaje que lo mencionara se echara kanfort en la calva para adecentarse, o escondiera sus falencias tras el verbo o el pensamiento. Cada vez que lo oigo, sin mucho peso detrás que lo sustente, me pregunto si lo que hace "libres" a esas personas que lo proclaman, son los colchones en forma de fondos en su cuenta bancaria que respalden esa "libertad" tan humana de la que disfrutan. Miraos en el espejo todos los que usáis esas palabras como bandera. 

Sus circunstancias personales son su libertad, más allá de metafísicas y filosofías vacías. Es decir, es una sensación de libertad ligada a una serie de circunstancias sumamente específicas. Una libertad frágil y tremendamente vulnerable. Ahí estamos todos. Creo, todos los que estén viviendo condicionalidades. Pues, en libertad absoluta, imagino, no se vive nada, ya que vivir, es experimentar condiciones, autolimitaciones de tu poder infinito. Esa es la vida, no?. Por qué repetimos como loros lo que otros creyeron en el pasado?, cuanta autoridad damos a palabras de otros que no nos hacen tanto bien?; por qué se la damos?, por miedo a estar equivocados si no lo hacemos?, por miedo???!. Si hay miedo detrás de semejantes decisiones, ahí, en el fondo, es que hay algo que no cuadra.

Dicen algunos, llenos de auto importancia y soberbia: "yo soy el camino, la verdad y la vida", no hijo no, tu eres tu camino, tu verdad, y tu vida, y para de contar. Qué pasa que los demás no somos lo mismo, para nosotros mismos?, pues claro cohone, otra cosa, es que, después de todas las ostias que nos hayamos dado tratando de ponernos de acuerdo sobre cual es el color de la mierda, por que ni eso, compartamos unos pocos pasos en común de nuestro camino de mera chiripa. Y luego sigamos diciendo la gilipollez de que ·"soy el caminorrrr". Eres un tío cualquiera que cuando va a cagar, suelta un moñigón apestoso, después de una pedorrera, según el caso. A mi me parece parte importante de la a veces cómica condición humana. Ahí tienes un camino común: todos vamos al váter a giñar.

Donde está el sentido del humor de esa gente?. Para algo se inventó. Reírse de uno mismo. Tampoco es que todo el mundo lo tenga muy agudo, que se diga, pero la gente que no llega a cierto punto me inspira poca simpatía.

 En este mundo, casi, o el 100% diría, de lo que la gente hace o dice es fachada, una forma de "venderse" al otro. Vacio que se lleva el viento. Ya sabemos que casi nadie mostrará su lado oscuro, pero lo tienen todos. Sin excepción. Por qué?, por que somos humanos, luces y sombras, no sólo luz. Y venga negarnos, y venga negarnos, y dale que te pego con el coñazo, como los rituales de apareamiento de los papagayos. Yo creo que la luz por si sola va ligada a la inocencia de los niños.

Esto, es mi fachada. No os voy a contar todo de mi, claro, no os lo merecéis, verdad?. Valen mas los hechos que los dichos, al fin y al cabo.

Soy un buscador de la verdad vocacional y aunque me traiga muchos disgustos, no puedo dejar de hacerlo. No es cuestión de libertad, si no de dignidad. Libres?, sí, cierto conocimiento de la verdad te hace sentir más libre, pero es sólo un sentimiento, a veces, muy temporal. Por ejemplo, si reconoces que este mundo es de esclavos, eres más libre?, todo va a seguir igual, lo que puede que cambie es como te sientas.

Al final para que esa libertad tenga sentido tienes que abandonar el cuerpo físico, toda atadura a él. E ir más allá de la vida y de la muerte para que tenga algún sentido coherente. Encarnar no es libertad, es atadura condicionante. Aceptar esas condiciones te permite disfrutar del flujo de la experiencia sin la sensación de ser un esclavo, ya que aceptas estas cadenas como forma de auto exploración. Responsabilidad en esa decisión, es sensación de libertad. Sensación, repito.

Se supone, que todo eso es una elección, y hasta ahí llego, pues no tengo la certeza ni afirmativa ni negativa. La palabra libertad parece ser veneno para quien acepta responsablemente vivir esta experiencia condicional, en la cual, nuestra libertad, de elección ocasional, es verdaderamente limitada. Es una paradoja tras otra, pues ignorar la libertad, y vivir lo que es fluyendo con ello, te hace sentir libre.... wtf?. No hay que hacerse la víctima, hay simplemente que reconocer que muchas cosas se escapan al control de tu limitada capacidad de control humana y yastá, que muchos en el camino de su búsqueda de la libertad, con la excusa de que todo lo que nos pasa es culpa nuestra (leyes de mierda que se inventa quien se las invente), se convierten en grotescos monstruos deshumanizados que ni sienten ni padecen, haciendo culto a la "verdad" (su verdad) como si de fundamentalismo religioso se tratara, destrozando todo lo que se les cruce por delante. Eso es oscuridad. Lo que no es oscuridad es la permisión de que exista todo lo que existe ya, a la vez. La verdad que muchos no aceptamos.

Para qué me sirve ver lo que hacen los demás?: para ver cosas de mí que no me gustan y corregirlas en mí, lo que los demás hagan no es asunto mío.




lunes, 16 de enero de 2023

 

Lo llevo pensando mucho tiempo. Y creyendo en ello, mucho tiempo. Esto es una experiencia interactiva, no un flujo en el que no tienes ni voz ni voto. Sí es un flujo, claro, pero que tienes voto, quiero decír.

Y uno tiende a pensar, lo que supongo todo o casi todo el mundo tiende a pensar: "si los demás piensan de esa manera, por algo será, no?". Como si en el actuar colectivo ajeno, hubiera una sabiduría oculta, un "buen hacer" que no acabo de comprender y mucho menos, ver. O es simplemente que veo como casi nadie marca diferencia alguna que inspire, la norma es ir a lo "seguro", y para de contar. La norma es el gris.

Entonces una disonancia dentro resurje con una fuerza enorme para decirme que no la ignore, para decírme "eso no está bien", y decido escuchar esa infinita y subjetiva relatividad moral. Es cuando entra en juego el olvido a lo ajeno y comienzo a escuchar, lo que mi interior me dice. Mi interior, parece estar como una puta regadera, eso pensé en su momento, pero a medida que mas lo voy escuchando, veo como escuchar tiene un efecto palpable en el exterior que resulta dificil de creer. El desarrollo de lo real no depende de un entorno donde la inercia determinista sea la norma, vaya que no. Vivir así es responsabilidad del arbitrio de cada uno.

Es como alguien que toca la flauta y todos siguen su ritmo, por que "así es la vida", aquellos que bailen al unísono vivirán la realidad del flautista, no la suya. Qué pasa cuando ese flautista no es tan bienintencionado como podríais haber creído?. Todo el que toca la flauta está obsesionado con el control y la dominación de la voluntad ajena, y todos hemos hecho lo mísmo en un grado u otro, coño, que parece ser parte de la naturaleza retorcida humana, por que esa naturaleza, tiene luces y sombras, no?, o no las veis, ambas?. Por ejemplo, qué melodía, escuchais en este mundo?, yo solo veo horror, desconfianza, negación, mentira... y lo que sea más, pero todo, muy muy malo. Cómo voy yo a seguir esa destrucción?. Queréis seguir bailando al ritmo del infierno?, elección vuestra. Para bailar a otro ritmo solo hay una opción, la mejor de todas: escucharos a vosotros mísmos, más allá de la maldita ponzoña imperante por doquier que satura de mierda y ruido. Ruido ajeno, esa es la intención del mismo, que entre tanto escándalo no te se ocurra escucharte a ti mismo y si lo intentas no oigas una mierda casi. 

A tener en cuenta cabe que hasta el que más te "aprecia", te llena de mierda con su insalvable necedad intentando salvarte de tí mísmo y de la miseria de este mundo. Esa apuesta por la infinita y subjetiva relatividad moral personal es la única salvación digna de serlo.

Tu cielo, dentro lo tienes, no busques más lejos. Que con esto acabas mas sólo que la una?, algún día tiene que dejar de importarnos, algún día, deja de tener sentido llorar por eso y tal vez, se llore por otras cosas. Libre, o sometido malacompañado. Acaso soy yo buena compañia?, lo dudo mucho. Cuanta gente que me ha acompañado temporalmente era buena compañía?, nadie, esa perfección no existe. Somos luces y sombras, y cuanto más ocultamos nuestra sombra y mas presumimos de nuestra luz más patéticos y ridículos resultamos ser, ante ciertos ojos, porque eso no es más que un baile de disfraces sin gracia alguna. Por qué uno a veces desea estar solo, y ese es su mayor placer momentáneo?, justamente por eso: te quitas el disfraz, ese esfuerzo por no ser quien eres realmente ante otros. Aqui no hay nadie que no venga exigiendo a los demás ser de una manera u otra, dando por culo con mil excusas de mierda. No sabemos amar al otro tal y como es, si no despreciarlo por ser y pensar diferente. Y en eso todos pecamos dia sí dia también. En fin.

He dicho "pecar", he caído en mi propia trampa. Otro inquisidor más. 

Que la gente "peque", que peque la gente, hasta el infinito, que no es asunto mío salvar a nadie, que eso ya lo hace su propio ser, con el tiempo. No existe el pecado, solo el autojuício en base a las reglas de este universo.

Asunto mío es salvarme al escucharme, no puedo hacer nada más.



martes, 3 de enero de 2023

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 Supongamos que tu eres todo lo que es, llamémoslo "dios", por ponerle a eso algún mote.

Como ser "todo lo que es" no es ni ser nada ni ser todo, pues decides hacer algo, autoexplorarte, "jugar contigo mísmo". 

Y creas pues "el juego" (no es un juego, es solo una forma de llamarlo), te divides, creas dos divisiones críticas, el consciente, y el subconsciente. 

El subconsciente te ofrece un flujo de experiencias X. El consciente no sabe por qué experimenta eso, es inconsciente de su sentido. Es más, el consciente es una forma de limitación de tu poder: una gota de agua, dentro de un océano infinito.

La gota de agua se cuestiona el flujo de experiencia. Forma parte de su programación el poder hacerlo, su ignorancia absoluta se llama libre albedrío, la relativa, camino evolutivo. La consciencia absoluta parece cancelar toda capacidad de autoexploración y autodisfrute: la ignorancia es un elemento esencial, el contraste, la escala de colores. Eso es la vida.

Pero vivir estas cosas no es una trampa sin sentido. Cuando el consciente rechaza el flujo, en mayor o menor grado, sufre, en mayor o menor grado. Cuando confía en lo que le ofrece el subconsciente, en mayor o menor grado, se regocija en si mísmo, en mayor o menor grado. 

Es decír, lo fundamental, son dos cosas, la confianza, y la desconfianza en lo que sucede. La confianza, o desconfianza, en quien eres.

Sí, o no, a la vida, tal y como es. Responsabilidad o irresponsabilidad?. Víctima de las circunstancias, o uno con ellas?; Sincronizarse o desentenderse de uno mísmo y subestimar la verdad relativa local en aras de perderse en el nihilista vacío del absoluto potencial del creador que eres?, esa verdad absoluta tan sobrevalorada?. He ahí vuestra elección.

Lo que está ocurriendo parece reducirse a ser algo tan sencillo como eso: en sus extremos, consiste en dejarse llevar en brazos del ser verdadero que eres, o cuestionarlo todo sin dar paso alguno dentro de la experiencia que te plantea. Supongo que la mayoría nos limitamos la mayor parte del tiempo a oscilar entre esos límites como si estuvieramos bolinga. 

Tanto la afirmación como la negación crean una serie de reacciones en cadena relacionadas de consecuencias imprevisibles que no tiene límites. Lo que alimentas, lo vives, a flor de piel.