Estaba leyendo un artículo sobre las "posesiones demoníacas" y tal, y me han venido a la mente ciertas cosas al respecto de lo que damos por sentado sobre como vivimos la vida aquí, es decir, de qué manera.
Y vaya manera, por que, joder, nos hemos acostumbrado a vivir como vampiros chupasangres, unos de otros?, ese parece ser el caso. Es algo cultural, algo, tradicional. Es una mala costumbre, nada más que eso, pero cuando se nos vende que ese ejemplo es lo normal, podemos llegar a pensar que no hay alternativa. Que así es la vida. Pero no, así solo es la vida que cada uno de nosotros hacemos.
Es como cuando reflexionaba sobre la soledad en el video "Fluir... o no". En este mundo hay algo que no va bien, que no cuadra, es decir, la gente adquiere energía vital de las relaciones vampíricas con los demás?, desde las amistades, a las parejas, siempre es "conseguir un estado emocional, estabilizarse ahí, y que el flujo siga llegando", y entonces, si se corta sobreviene la depresión, y también sobreviene el odio por ese fin del preciado bien que se busca, esa "energía vital".
Pero, entonces, de qué hablo yo, en ese video, de "fluir o no"?, supongo que hablo de generar mi energía vital propia, sin dependencia de los demás para conseguirla. Deteneos a pensar en ello un poco: de qué naturaleza son las relaciones que existen en este mundo, que tanto tienden a deteriorarnos, como si fuéramos yonkis con el mono, si carecemos de ellas? (o carecéis, por que yo ya paso, y no es que me sobre la gente, pero las relaciones humanas, pocas veces son esperanzadoras). Yo creo que estas relaciones, son de una naturaleza un tanto oscura, sin duda; lo que pasa es que nos hemos hecho a vivir así, por que es lo normal, lo socialmente aceptado.
Ya comenté en muchas ocasiones que este mundo y su cultura es algo de lo que mas nos vale desintoxicarnos; que te insulten y marginalicen por hacerlo es lo de menos, facilitará de hecho tu proceso de discernimiento de a quien escuchar y a quien no. Espiritualidades, caminos hacia iluminaciones, y demáses tienen que ver poco con "alcanzar" nada lejano, y mucho con el desintoxicarse reconociendo que uno no está evolucionando si no limpiándose de la porquería que una sociedad enferma pueda querer meternos dentro. Si quitarse la costra de mierda para vernos limpios es evolucionar, vale, evolucionemos cada vez que nos metemos bajo la ducha. De perdidos al río.
Por lo tanto lo que mas me choca de todo es que los tipos de relaciones que se plantean como normales, sean anti-vida en sí, debido a esa interdependencia basada en la poca fe en uno mísmo, la violencia que genera, inherente a poco que falle el chiringuito, y de cuan delgada es la línea que separa al amor del odio. Bueno, "amor", pfff. Al final esa palabra no es mas que un mero eufemismo que edulcora y encubre una realidad bastante más sombría. La mona aunque se vista de seda mona se queda.
A lo mejor es simplemente un estado mental, aquel del que hablo, aquel pro-vida, pero tiendo a entenderlo como el estado natural con el que venimos al mundo. Somos fuentes de vida, pero la cultura nos pretende robar esa posibilidad, adoctrinándonos con la idea de que el vampirismo es la normalidad.
Supervivencia, tal vez, en un estado de guerra antihumano como en el que nos encontramos, tal vez sea eso, mera supervivencia, adoptar paradigmas anti-vida para seguir adelante.
Mi corazón me anima a creer en cosas realmente increíbles. Es "normal" que nadie se las crea, acaso es normal escuchar a tu corazón y tener el valor de seguirlo?, no, no lo es, salvo escasas excepciones. Lo normal parece ser el pretender que el prójimo viva en el mismo estado de cobardía que tú vives. Ya se sabe, para no sentirse uno sólo y tal..., "ya que no me soporto, que no se soporten los demás también", mal de muchos....
Retomando el motivo que me llevó a escribir sobre todo esto, la posesión demoníaca es algo muy real, en base a mi experiencia propia directa lo afirmo. Voy a tratar de resumir su funcionamiento:
Las experiencias traumáticas, dependiendo de su índole, abren portales en nuestra mente, agujeros, por los que esas fuerzas oscuras pueden tratar de ganar influencia sobre nuestro ser, de uno u otro modo. Como en todo, en esto hay grados, y a mayor trauma, cuanto más malévola sea su naturaleza, mayor posibilidad de influencia sobre la persona. Esos traumas simplemente tratan de resquebrajar tu fe en lo que es, tu fe en ti mismo. Es decir, tu mayor protección contra toda influencia demónica, es tu protección mental contra ella. Es todo mente, no aura, ni nada, el aura y su estado será un subproducto de tu mentalidad, así que centraros más en qué pensáis sobre la vida, que en raros ejercicios físico-externos sobre vuestro cuerpo áurico, que si pensáis malamente contra vosotros mísmos, de nada servirán. Las energías oscuras tratarán de romper tu fé en la vida tal y como es. No hay más. Son anti-vida, qué esperabais?.
Dicho esto no es de extrañar que todo lo que se cuenta sobre el mundo de las élites acabe siendo poca fantasía y mucha realidad: tales juegan con fuerzas hiperdimensionales negativas para su uso y beneficio, pero ya probablemente todos sabremos, que la cultura popular siempre nos comenta que cualquier "pacto con el diablo", será peor, al final, que abstenerse de hacerlo. Por que, todas estas celebridades que veis, todos estos cantantes, actores, políticos, y demás gente de mucha importancia mediática, de uno u otro modo han tenido que pasar por el aro y dar su "libra de carne", para poder formar parte del club y poder vivir acomodadamente a expensas de la venta parcial o completa de sus almas. Cual es esa libra de carne?, la de dejar la puerta abierta para que sus cuerpos puedan ser poseídos, en un grado mayor o menor, por estas fuerzas oscuras. Y así va el mundo, y así, a cada año que pasa, se publicita más y más el nuevo orden mundial luciferiano.
Ni cuento chino, ni fantasía, ni teoría conspiranoica. Ver, para creer, claro, por que autoconocerse va de la mano con el entendimiento de ciertas cosas ocultas en el mundo. Si desconfiais de lo que os digo, es que no os conocéis lo suficiente. O rechazáis conoceros por miedo a lo que podáis encontrar, lo cual es comprensible. Tiempo al tiempo.