domingo, 22 de octubre de 2023

La rebelión del ego.

 

El universo es bastante moral, pero eso no se lo digas a un ego megalómano en busca de "la libertad". Solo puede encontrarla a través de su inconsciencia y aislamiento del resto del universo. Lo que parece llevarnos a vivir esta vida, en este planeta, en el que nos (os), sentís solos....

La gente no quiere ver lo que hay afuera de este mundo por que verían una imagen de sí mismos que les disgustaría: olvido pues. Ellos saben que son los otros que hay ahí fuera. Pero no quieren verse reflejados en ellos, por que verían el reflejo de su propia fealdad interna.

Qué es la soledad si no adorar a unos pocos?, qué es la soledad si no distinguir a unos de otros?, qué es la soledad si no amar a unos cuantos y despreciar al resto?, qué es la soledad sino rechazar tu propia naturaleza?, qué es la soledad si no buscar la maestría sobre la vida en otros humanos u otros seres?.

No hay más maestro que tu naturaleza, y el universo. El diseño de como son las cosas sólo es uno, no hay dos. Vivir la alternativa es vivir en la mentira luciferiana, de este mundo; mentirse: la oscuridad. Por que lo peor no es ya mentir a nadie, lo peor es mentirse a uno mismo. 

Lo mismo nos creemos santos, algunos, por vivir en este mundo, o lo mismo somos algunos simples consciencias que van creciendo desde el tamaño de un átomo al de galaxias. No lo sé con exactitud, solo opino sobre mi caso personal. Y cuantos casos personales habrá y quien sabe cual será la norma, en todo esto que pasa en este mundo?, especulo, poco más.

Sea lo que sea o deje de ser, ciertas conductas que tomemos tienen ciertas consecuencias. Es algo prácticamente de dinámica de físicas, las consecuencias de nuestras acciones. Es por ello que para entenderse a uno mismo mejor, hay que entender al universo, mejor, mucho antes que tratar de entender a cualquier otra persona que se presuma guía y pueda estar entrampada en el laberinto humano que no lleva a ninguna parte, de este mundo.

No es hacer culto al universo, es entenderlo mejor. Con razón el culto al ego es la máxima expresión del aislamiento de una consciencia con respecto al resto de su ser, el universo. Es el culto a una burbuja que siempre acaba estallando. El ego tiene su función práctica, pero no mesiánica, como algunos proponen. El salvador hecho entidad es esa imagen impostada que pretende usurpar el trono de lo que es tal y como es como el maestro. El ego es un producto, del universo, no su creador; por lo tanto no puede definir condiciones de maestría alguna sobre el universo que no sean una mentira tras otra. El ego pretende vencer al universo en una batalla perdida de antemano; pretende vencer al ser que ya es. El ego aprende, el universo enseña. Rebelarse contra ello es sólo un deseo humano de antropomorfizarlo todo, es considerar a la figura entitaria humana como el centro del universo sin serlo a la vez.

Lógicamente, si uno se encierra en querer ser antropomórfico eternamente, no podrá comprender que puede ir mas allá de tales limitaciones.


viernes, 13 de octubre de 2023

La descensión, o la caída voluntaria.

 

 Es un tema complicado tratar de entender que el "universo", no comete errores. Que los errores los cometemos nosotros, cuando pretendemos seguir un camino y fallamos en conseguirlo. Nos fallamos a nosotros mismos, no a nadie más, a nosotros mismos ante dios, si así queremos entenderlo. 

Y no seremos entendidos, claro que no. Mucho menos si hacemos daño a los demás, si vamos contra la vida.

Responsabilidad, consciencia, ignorancia, inocencia, todos esos factores en juego que determinan donde estamos.

Y podrás llevarte muy mal con cualquiera, sólo por que ese otro crea que tiene la solución a tus problemas cuando en realidad no tiene nada ya que tu no quieres vivir su vida, si no la tuya. Ese cualquiera es tan ignorante de por qué eres como eres, y eliges serlo, como tú eres ignorante de porqué esa persona es como es.

 En el camino de toda persona, siempre habrá momentos que nos podrán incitar a torcernos. Esos momentos que sólo nosotros vivimos, en soledad; y en soledad también, tomamos la decisión de torcernos; por que seguir recto hacia arriba nos nubla el sol, nos destroza, nos hace incompatibles con la vida, o cualquier otra metafórica frase que explique por que la gente es como es. Caminos, que son sólo ríos que acaban desembocando en el mar. Toda esa metáfora representada en el mundo, de tantas formas diferentes, pero con un único y mismo mensaje... 

LA realidad te permite ser como eres, es el humano el que se opone a ello, si acaso. Pero, hay que tener ciertas cosas en cuenta: quieres convertirte en un psicópata cósmico con la excusa de encontrar tu libertad individual y aislada, o por contra no existe tu libertad si cualquier otra persona la pierde?. 

"Con el primer eslabón, se forja la cadena. Con la primera palabra censurada, con el primer pensamiento prohibido, con la primera libertad negada, nos encadena a todos sin remedio. Cuando la libertad de una persona se trunca, todos la perdemos." 

La esencia del universo está basada en la bondad completa, total, y absoluta, yo creo y veo: quien se aprovecha y abusa de esa bondad, es responsable de sus actos y sus consecuencias. Por qué hay división?, por el trauma creado al violar esas reglas, las cuales no hay ninguna obligación de seguir = libre albedrío = allá tu con las consecuencias de tus actos = luego no vayas de víctima incomprendida. MK ULTRA a nivel macrocósmico. Es cuando escupimos contra el libre albedrío ajeno, cuando caemos, de lleno.

Si dios es el amor que nos tiende a unir sin intermediarios de por medio, el predicador humano lleno de odio sembrando la discordia es el que nos separa. La necesidad de predicar, de decirle al otro como ha de pensar y vivir, con la excusa de la culpa, sólo puede estar fundamentada por un odio tan profundo a la libertad de elección ajena, que alcanza proporciones bíblicas.

La religión, esa obra de los hombres, y no de dios, es una de las más eficientes sistemáticas de control creadas por las fuerzas oscuras, censurando tu relación libre y directa con la fuente, y justificando genocidios desde hace miles de años. El infierno es ese invento humano.


Por qué uno cae, por qué he caído yo aquí?, por que desconfié de mi propia naturaleza, supongo. Creí que mis actos tenían mas valor que los actos del universo; pequé de listillo, de arrogante, de megalómano, de creído. Mis actos tienen valor, pero un valor insignificante, en comparación con el valor de los actos del universo. Si no, es imposible liberarse de las pasiones que nos llevan a hacer estas cosas; qué mayor pasión he vivido yo, que negar la libertad ajena?, que mayor pasión, que escupir contra el libre albedrío ajeno?; algo bastante fútil,. no?. Cuantos de vosotros vivís la misma pasión?, cuantos de vosotros estáis dispuestos a reconocerlo?, cuantos lloráis y fenecéis en vida por ella?, yo creo que demasiados; hay que presumir de estar por encima de la vida y de la muerte, antes que reconocer humildemente que uno está apasionado por algo, que le pueda llevar a perder cierta perspectiva.

 Definir las condiciones de la libertad, tanto para uno como para los demás, es cagarse en ella directamente. Cagarse en dios, de hecho. Pero dios se ríe contigo al hacerlo, es dios, al fin y al cabo, tiene sentido del humor; no es uno de esos impostores dementes que te condenan a juicios impostados.

Ascender es reconocer que uno ha caído, primero, bajo mi prisma de la realidad. El amor nubló mi juicio, pero tal vez, sea por amor la única razón sensata por la que perderlo, alguna vez.



 

miércoles, 4 de octubre de 2023

Razones que no valen nada.

 

 La lucha entre la luz y la oscuridad parece ser algo a hacer muy solitariamente en este mundo. Vamos, al menos en mi caso, como suelo decir, cada uno con sus circunstancias y sus maneras. Es mucho más sencillo acabar a zapatazos entre "defensores del bien", que lo contrario; no es un drama, es una comedia. Entonces, de qué lado estamos?: "De ningún lado", dirá cualquiera, nada más que "de mi propio lado"; lo cual, se acerca más a lo evidente que cualquier otra fantasía sobre el mundo que nos hagamos. Estamos atomizados, no hay "razones" colectivas por las que luchar, ni las hubo, ni las habrá; nos damos asco unos a otros con una facilidad escalofriante. Solo existen razones para ser individualistas al extremo, tiranos en busca de la gratificación instantánea. No sabemos sufrir, no aceptamos sufrir, como niños eternos en busca de los caramelos perdidos. 

"El siglo del yo", mencionaban en unos documentales de Adam Curtis. Y la lucha cual sería?, la guerra, la muerte?, lo que ya ha pasado un millón de veces, en el pasado?, la gente luchando contra tiranos?, esa no es mi lucha. La victoria suprema de los poderes sobre la especie humana, es nuestra fe en nuestro individualismo exaltado, solitario y frío como el hielo. Por eso yo aun doy la mano, aunque ni de lejos cumpla con las expectativas de cualquiera, que no se las merece siquiera. Pero quien puede cumplir con las expectativas de tiranos y tiranas permanentemente insatisfechos, que no te aman ni por asomo?. Nadie puede, nadie podrá nunca. No se puede llenar el vacío, con más vacío.

Quien se cree que tiene derecho a exigir a nadie nada?: nadie. Quien se cree que tiene derecho a esperar algo de los demás?: todos.

Son sólo creencias.

No hemos aprendido una mierda, de los "apocalipsis" pasados. La humanidad tiene esa tendencia a la amnesia, en aras de los "locos años 20", del jolgorio, la frivolidad, y el disfrute, llenos de un rancio vacío existencial que a algunos nos exaspera. Hay que olvidar, olvidar, y no recordar. Pero recordar, nos salvaría de un puñado de asesinos, dispuestos a todo con tal de someter a la humanidad?, no, por que no jugamos en su mismo juego. No vamos contra la vida. Tal vez por eso el mundo olvida, olvida querer ser como ellos. La gentuza es solo una minoría ridícula.

Lo que nos lleva a una "guerra de intelectos", donde mucho se dice con el cerebro, pero poco se hace con el corazón. Las razones, ese puñado de malditas excusas, nos lleva por la calle de la amargura sin darnos cuenta siquiera. Hay emociones elevadas por las que luchar. Al final, con razonar, nos limitamos a racionalizar las emociones para tratar de entenderlas. El frío de la razón sin el calor del corazón no vale nada

Razones para luchar por algo nunca lo son, son sentimientos que nos llevan a defender algo. SENTIR, no razonar. Y hay desde emociones muy básicas, que son aquellas en las que nos quieren mantener encerrados, hasta una gradualidad infinita que va elevándose, y que anima, como flujo energético mayor, a luchar por ideales sentimentales mas elevados. Si uno va de la mano de la entropía poco le importará nada de esto.

En todo caso, nuestros actos son los que hablan, no nuestras palabras. Da igual qué diga o deje de decir, da igual cualquier escrito mio, como cualquier escrito de nadie. Lo que importa es nuestra actitud, ante los demás, y ante lo que es.

Eso lleva a mucha confusión, sin duda; lo normal es hincharse a palabras ajenas, pero lo normal también es que haya disonancia entre las palabras, y los actos de una persona cualquiera.

Adalides de "lo bueno" te echan a los perros para que te pudras, con poco mal u erróneo (según su subjetivo juicio), que hagas. Yo también echo a los perros a quienes me faltan al respeto, no soy diferente. Lo que me lleva a todas estas reflexiones en las que pretendo desengañarme de como desenvolverme en esta existencia. 

Dejar de buscar cosas en lugares equivocados forma parte de ese proceso de desengaño que probablemente nunca acabe.

No pretendo venderme como una buena persona, por lo visto soy un montón de mierda inservible para mucha gente con la que me he topado, es lo que hay. Al menos, lo intenté, intenté serlo. Qué se creerán esas personas que son, si no la misma mediocridad. Palabras bonitas, y un montón de actos de mierda. Hay que venderse, ante la galería no?, disfrazarse bien.

Después de todas las debacles con la gente, quedo yo mismo cara a cara con el resto del universo. Ahí uno ya sabe, y siente, qué ha hecho bien y que no. Forma parte de lo intransferible que no se puede compartir, que yo sepa, todavía.

Todos hemos hecho buenas cosas en la vida, seguro, aunque sea, alguna rara vez, pero también hemos hecho cosas malas, claro que sí. La verdad, es que juzgar a otros como si no hubiéramos roto un plato en nuestra vida bien enseña cuanto nos autoignoramos. O cuan ciegos estamos de que somos humanos, como el otro ser humano juzgado. Crítica a la deshumanización, no?. 

El ego busca sobrevivir, en este mundo enfermo, pero seguir la senda del miedo ajeno produce una ruptura en mi alma que me resulta casi incomprensible. Casi, claro, es algo que se puede ir entendiendo.

Porque qué es, el ejemplo ajeno, si no una reacción ante el miedo?, qué es, si no darle fe al miedo racionalmente?; lo que el corazón dice sobre el sentido del miedo es algo muy diferente. El choque entre mi forma de entender cómo se ha de vivir y cómo se vive, esta ahí: no se puede vivir aterrorizado; no se puede vivir haciendo un sin fin de cosas para erradicar ese miedo, a la muerte de tu ego; al menos, no por siempre. Por que por lo que la gente lucha es por salvar su ego, claro. Por eso el alma empuja a que vaya mas allá del mismo. El misterio del alma, en sus inescrutables caminos para que nos desaferremos de la falsa idea que tenemos de nosotros mismos.

 

La teoría de la prisión para la consciencia encaja en un entorno donde manifestar tus sueños es impedido, ridiculizado y de hecho, censurado. Solo un ancho de banda de expresión específico es permitido. La consciencia es manifestadora de sueños, de deseos.

Desde la negación de esa posibilidad, a cualquier otro tipo de censura de esa posibilidad, lo que se promueve es la prisión de la consciencia en una frecuencia específica de pensamiento derrotista que inmoviliza el ser allí donde crea que se encuentre: es perderse en una ilusión dimensional sin saber y sentir que uno es el creador de todas ellas.

Pero el sentir también nos llama a recuperar nuestro poder ignorado, más allá de la lógica y la razón de cualquier trampa dimensional; cada vez que lo intentes, el carcelero, te ridiculizará; el prisionero ignorante de su condición, hará lo mismo.

Los engaños luciferinos, satánicos, o simplemente de las fuerzas oscuras, son más sofisticados e inteligentes de lo que os imagináis, por eso, se cae en ello, porque la gente se cree muy lista, por lo general. No los subestiméis.