viernes, 13 de octubre de 2023

La descensión, o la caída voluntaria.

 

 Es un tema complicado tratar de entender que el "universo", no comete errores. Que los errores los cometemos nosotros, cuando pretendemos seguir un camino y fallamos en conseguirlo. Nos fallamos a nosotros mismos, no a nadie más, a nosotros mismos ante dios, si así queremos entenderlo. 

Y no seremos entendidos, claro que no. Mucho menos si hacemos daño a los demás, si vamos contra la vida.

Responsabilidad, consciencia, ignorancia, inocencia, todos esos factores en juego que determinan donde estamos.

Y podrás llevarte muy mal con cualquiera, sólo por que ese otro crea que tiene la solución a tus problemas cuando en realidad no tiene nada ya que tu no quieres vivir su vida, si no la tuya. Ese cualquiera es tan ignorante de por qué eres como eres, y eliges serlo, como tú eres ignorante de porqué esa persona es como es.

 En el camino de toda persona, siempre habrá momentos que nos podrán incitar a torcernos. Esos momentos que sólo nosotros vivimos, en soledad; y en soledad también, tomamos la decisión de torcernos; por que seguir recto hacia arriba nos nubla el sol, nos destroza, nos hace incompatibles con la vida, o cualquier otra metafórica frase que explique por que la gente es como es. Caminos, que son sólo ríos que acaban desembocando en el mar. Toda esa metáfora representada en el mundo, de tantas formas diferentes, pero con un único y mismo mensaje... 

LA realidad te permite ser como eres, es el humano el que se opone a ello, si acaso. Pero, hay que tener ciertas cosas en cuenta: quieres convertirte en un psicópata cósmico con la excusa de encontrar tu libertad individual y aislada, o por contra no existe tu libertad si cualquier otra persona la pierde?. 

"Con el primer eslabón, se forja la cadena. Con la primera palabra censurada, con el primer pensamiento prohibido, con la primera libertad negada, nos encadena a todos sin remedio. Cuando la libertad de una persona se trunca, todos la perdemos." 

La esencia del universo está basada en la bondad completa, total, y absoluta, yo creo y veo: quien se aprovecha y abusa de esa bondad, es responsable de sus actos y sus consecuencias. Por qué hay división?, por el trauma creado al violar esas reglas, las cuales no hay ninguna obligación de seguir = libre albedrío = allá tu con las consecuencias de tus actos = luego no vayas de víctima incomprendida. MK ULTRA a nivel macrocósmico. Es cuando escupimos contra el libre albedrío ajeno, cuando caemos, de lleno.

Si dios es el amor que nos tiende a unir sin intermediarios de por medio, el predicador humano lleno de odio sembrando la discordia es el que nos separa. La necesidad de predicar, de decirle al otro como ha de pensar y vivir, con la excusa de la culpa, sólo puede estar fundamentada por un odio tan profundo a la libertad de elección ajena, que alcanza proporciones bíblicas.

La religión, esa obra de los hombres, y no de dios, es una de las más eficientes sistemáticas de control creadas por las fuerzas oscuras, censurando tu relación libre y directa con la fuente, y justificando genocidios desde hace miles de años. El infierno es ese invento humano.


Por qué uno cae, por qué he caído yo aquí?, por que desconfié de mi propia naturaleza, supongo. Creí que mis actos tenían mas valor que los actos del universo; pequé de listillo, de arrogante, de megalómano, de creído. Mis actos tienen valor, pero un valor insignificante, en comparación con el valor de los actos del universo. Si no, es imposible liberarse de las pasiones que nos llevan a hacer estas cosas; qué mayor pasión he vivido yo, que negar la libertad ajena?, que mayor pasión, que escupir contra el libre albedrío ajeno?; algo bastante fútil,. no?. Cuantos de vosotros vivís la misma pasión?, cuantos de vosotros estáis dispuestos a reconocerlo?, cuantos lloráis y fenecéis en vida por ella?, yo creo que demasiados; hay que presumir de estar por encima de la vida y de la muerte, antes que reconocer humildemente que uno está apasionado por algo, que le pueda llevar a perder cierta perspectiva.

 Definir las condiciones de la libertad, tanto para uno como para los demás, es cagarse en ella directamente. Cagarse en dios, de hecho. Pero dios se ríe contigo al hacerlo, es dios, al fin y al cabo, tiene sentido del humor; no es uno de esos impostores dementes que te condenan a juicios impostados.

Ascender es reconocer que uno ha caído, primero, bajo mi prisma de la realidad. El amor nubló mi juicio, pero tal vez, sea por amor la única razón sensata por la que perderlo, alguna vez.



 

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No digas polleces e?.