martes, 25 de abril de 2023

 

Estamos siendo testigos de como el mundo se va a tomar por culo poco a poco. No es ni divertido, ni interesante, es una maldita basura. Lo siento, lunes tras lunes, ese hambre de espiritualidad que me atenaza. Hambre de verdad, hambre de justicia, hambre de libertad. Me hace dudar hasta de mí mísmo. Suelo hablar de aceptar las cosas como son, que no las puedo cambiar, para ser menos infeliz en esta vida. Yo y mis contradicciones. A la mierda no la puedo pintar de rosa, ni disfrazar de rey mago, antes o después te topas de bruces con ella en tu vida diaria. Cierto es que más allá del horror social imperante hay esa verdad, la verdad del ser que somos, que da algo de vida. Es lo único que hay que la da.

No queda otro destino para el consciente que ese?, supongo que no. El sistema te ofrece dos opciones: se un esclavo feliz en la ignorancia, o sufrir la marginación en la consciencia de la verdad. La verdad te transforma a todos los niveles de tu ser, pero ves como otros simplemente rechazan de plano tal transformación. No es algo que requiera de mucho intelecto, sólo de suficiente valor; con eso, lo demás viene sólo, pero el trabajo personal espiritual que habrá que hacerse, no te lo va a quitar nada ni nadie.



Uno puede hacer lo que le de la gana en esta vida, sólo debe atenerse a las consecuencias.

Parece la única manera de sentirse digno de estar vivo. Ser valiente para aceptar esas consecuencias. No veo otro camino. Mi vida podrá ser mas o menos miserable, sea lo que sea, es asunto mío. Es tan contradictorio, esto de vivir por el sentir... todo el mundo vive por sentir algo, la cuestión que si que nos diferencia radicalmente es el porqué persistimos en la lucha. Y no nos vemos, los unos a los otros, no nos vemos, más que en espejismos de lo que realmente somos cada uno de nosotros. Ni la sombra del otro, vemos. Y no nos entendemos, los unos a los otros, en las aparentes locuras que hacemos ante lo evidente. Tal vez, lejanamente, en alguna ocasión haya algún atisbo de entendimiento, de comprensión, de compañia, pero es como esos sueños que el tiempo se ocupa de enterrar bajo el polvo. La esperanza de que alguien entienda por qué haces la "locura" que haces.

"La muerte es la única esperanza de los hombres vacíos...".




miércoles, 19 de abril de 2023

No hay mensaje ajeno a entender que valga.

 

Paradojas, contradicciones. Si algo entendí hace décadas es que "el camino", mi camino, siempre estuvo lleno de ellas, eran la clave del despertar fuego-eléctrico, sobre todo más fáciles de conseguir bajo el estado de relajación profunda del cuerpo físico que proporcionan los sueños lúcidos. Tales son un terreno casi ideal de meditación ya que la densidad de la manifestación de la voluntad es muchísimo menor que estando despierto. La paradoja de despertar a través de los sueños. El vórtice. Otra gente hace otras cosas, no es asunto mío.

Quién está detrás, del personaje que interpretamos en esta vida?, nuestros ojos nos lo revela. Sobre todo, los de los niños y niñas.

Es curioso, en esos ojos, se ve lo eterno. Para quien quiera profundizar y ver.

Y peculiar también es lo que pasa en este mundo: la pérdida de esa mirada, eterna, a partir de los inicios de la adolescencia. Esa luz que se desvanece a medida que la persona toma consciencia de en qué clase de mundo vive. Es decir, somos ya, "todo lo bueno", pero en este mundo "nos dejamos" corromper, gracias a nuestra inocencia; esa inocencia forma parte inherente de esa eternidad que hay detrás del personaje. Lo que hace a esa inocencia inmensamente poderosa es que es intencionada, no es algo puesto ahí por error. Es un bien absoluto, abierto a ser violado por cualquier mala intención, abierto a eso intencionalmente. Cerrar la posibilidad de ese bien absoluto, negaría la posibilidad de su mera existencia.

Tiendo a antropocentrizarlo todo. Tendemos. Pero eso es un error. Ese bien absoluto va más allá de las limitadas ideas del bien humanas. Por eso existe y cuando lo aceptamos, y entendemos, al menos hasta cierto punto crítico, trascendemos la existencia humana, podemos ir mas allá de la condición humana. Por que, no, el universo no está hecho a imagen y semejanza del hombre, si no a imagen y semejanza de algo más enigmático, el universo y el hombre están hechos a imagen y semejanza de tí.

Del misterio.

Todo lo que pensamos, lo que nos creemos que somos, lo que sentimos y vivimos no es patrimonio original de la existencia física humana, si no de lo que somos fuera de ella. En compañía del cuerpo físico aquí, hacemos una especie de colaboración simbiótica que produce posibilidad de cambio y aprendizaje de la perspectiva consciente.

De qué sirve ofuscarse para con la situación de este mundo?: sirve para quedarse atrapado en esa situación. Pero no es un atrapamiento negativo, claro, es un proceso natural de empatización que ha de seguir su curso y, al tiempo, quien sabe cuanto, uno simplemente trasciende la necesidad de preocuparse por la desgracia de este mundo, y no por que se haya convertido en un psicópata cósmico, si no por que puede empezar a reconocer que salvar a los demás está fuera de su alcance, que ese trabajo espiritual de cada uno es responsabilidad de cada uno y nadie más, y que dios, el subconsciente, lo que es, ES el que provee esa salvación si el individuo pone su fe en ello y se deja guiar hacia, más bien, el camino que le reconoce y recuerda lo que es y siempre ha sido. Lo que es no te guía hacia ningún lugar u otro estado del ser, lo que es, te guía a recordar lo que ya eres. Eso es la eternidad.

La necesidad de ser una consciencia aislada en un cuerpo humano deja de ser necesaria, algún día, antes o después. Hay gente que proclama que sólo hay un camino para "alcanzar" eso, quien proclame eso es un dictador espiritual además de un ignorante, pues, nada más lejos de la realidad, hay infinitos. Y son muy dispares, aparentemente inconexos e incluso contradictorios entre sí. Es un diseño inteligente, sumamente, abole por defecto cualquier totalitarismo espiritual y nos pone a todos en el estado de humildad que nos corresponde si lo reconocemos. Esos caminos no siempre dependen de como uses tus energías, si no de las circunstancias y qué decidas hacer ante ellas. Proclamar que hay un camino único de liberación es seguír atrapado en el camino y en la individuación humana de este planeta. Es toda una suerte de contradicciones que revelan la ofuscacíon del uno humano para con la situación de este planeta. No es nada malo, pero puede llevar al autoengaño; en mi humilde opinión, quien se ofusca, quien se enfada, quien como profeta loco echa broncas al mundo y a la gente por ser lo que son, da igual lo que sean o dejen de ser, está igual de esclavizado y enterrado en su rabia por la incoherencia del mundo, tanto como lo pueda estar cualquier objetivo de su critica. Son esas prisiones energéticas que se alimentan de tu propia energía y voluntad de cambiar y salvar el mundo. En ese sentido, tú creas la prisión, tu la desvaneces. Qué ironía, verdad?. Que has caído en la trampa que otros listillos te convencieron de caer?, no pasa nada, todos hemos caido. Aceptémoslo, y a pasar página y a otra cosa mariposa; pero eso sí, la experiencia ganada, es de un valor inestimable.

No venimos aquí a hacer el trabajo que no nos corresponde, si no sólo a hacer el humildemente nuestro. No venimos aquí a ser Jesucristos y demases, liándola parda por miles de años, con la triste excusa de "este entendió el mensaje, este otro no", pero qué mierda es esa?, la excusa perfecta para la guerra y el genocidio, la excusa perfecta para la intolerancia del diferente; tu dirás, que ejemplos abundan. No hay mensaje ajeno a entender que valga!, mas que tener el valor de seguir tu corazón en solitario sin perpetuar tu ego en los demás por el camino. Venimos aquí a ser dioses silenciosos que superan la necesidad de alcanzar tales cotas de vanidad. La vanidad es lo que te atrapa en una individuación. Este planeta es hoguera de vanidades, desde materiales a no materiales u espirituales, da igual la palabra que se use.

Si a través del fuego, nos libramos de ellas, bienvenido sea.


domingo, 16 de abril de 2023

El valor del teatro de la vida.

 

El presente por encima del presente, la inteligencia por encima de la inteligencia, la sabiduría por encima de la sabiduría, el amor por encima del amor, la verdad por encima de la verdad, la libertad por encima de la libertad, la vida por encima de la vida.... los inventos de la eternidad. Eso somos, no?.

Tampoco hace falta buscar uno mucho más allá. Por qué lo que es decidió montar toda esta obra de teatro llena de personajes que se acaban reconociendo como lo que no puede ser un personaje?. Sólo caben preguntas, misterios. Algo me dice que tales misterios, no son irresolubles, que lo que es irresoluble es la pregunta imposible: por qué hay un "lo que es"?.

Y todo lo que se percibe por todos los sentidos es el reflejo de tí mismo insinuándote cierto camino a tomar. Hasta tus sentimientos, son otro teatro montado para tal fin. Pero esa palabra, teatro, tal vez sea entendida con una mala connotación, no es mi intención, de hecho, es lo contrario a lo que trato de expresar. Tal es el valor de ese teatro, que es capaz de hacerte sentir la experiencia metafórica de resurreccionar de entre los muertos. Dios buscaba experimentar eso: que está vivo.

Supongo que simplemente es música, percepción a otra escala diferente. Sin escalas no hay contrastes, sin gradientes no se puede percibir nada.

Lo que pasa es que es una "música", que adolece de ser simplemente sonora. Música multidimensional, es decír, todos los elementos de esa percepción, forman parte de una forma de música que aceptada, forma un todo coherente. Es una sinfonía de la consciencia.

La singularidad espiritual, ese estado de coherencia del elector para con lo ofrecido por la consciencia.... "somos" tres?, el que elíge, la consciencia, y lo proyectado por la imaginación?.

Es lo que parece.

Se nos ofrece, pues, la oportunidad de apreciar la creación, como una obra de arte viviente propia, como esa capacidad, de amarse a uno mísmo, cuando se ama al otro. Por que, toda otra cosa que no sea hacer eso, me parece un suicidio doloroso. Bueno, no es que me lo parezca, es que lo es, por que así fue diseñado. Todo acto u elección incoherente genera algún tipo de dolor, ese dolor es información coherente.

Todo tiene un valor elevado único e igual fuera de toda vanidosa escala; desde lo que mas aprecias, hasta lo que más desprecias. Por que si faltara sólo uno de los elementos que componen ese todo, tal se desmoronaría en su coherencia.

Entender la coherencia y aceptarla forma parte de ese proceso de ascensión de la consciencia que va más allá de fisicalidad multidimensional alguna. Rechazar esa coherencia por que no la comprendes, es lo que nos detiene en ella para que la comprendamos.

Estar en uno u otro lado del entendimiento o del sentimiento no es el problema, el problema, para algunos, es que no hay problema, estés donde estés. Estés donde estés, sientas lo que sientas, percibas lo que percibas, sigue siendo esa música divina, por llamarlo de algún modo. Nunca estuviste fuera, de "lo divino". Nunca, coño, que cuando lo creíste es por que te autoengañaste al asumir, por mera conveniencia, el ejemplo ajeno imperante. Te creíste una mentira, punto. La necesidad de no estar sólo es lo que nos tiende a traicionar.

No es más divino un autoproclamado "santo", ya sea por el nivel de consciencia que tenga, que un pedazo de mierda cagada por cualquier perro. Ambos son solo dos puntos en una gradiente, pero tu creaste la gradiente como ese teatro mencionado antes. Sin mierda no hay posiblidad de santidad, sin posibilidad de santidad, no hay mierda alguna. Sin posibilidad de olvidarse, no hay posibilidad de recordarse y sentirse así de vivo en el proceso. Para que exista la vida, parece ser indispensable que exista esa gradiente de estados. Es la naturaleza del universo eléctrico multidimensional. La gradiente genera electricidad, vida. Cada vez que veais una mierda de perro por la calle, acordáos de los santos: lo uno sin lo otro no pueden existir.

Irrelevante es, donde esté el otro en esa gradiente, relevante es, dejarle estar donde esté. Al menos, para dejar de sufrir por cosas ajenas a nuestro limitado control dentro de nuestra actual condición humana. Pueden haber abismos evolutivos increíbles que nos distancien entre nosotros, pero siempre seremos nosotros, el mísmo ser, desde diferentes puntos de vista. Podremos esperar que otros, por tener cuerpos humanos como los nuestros, vivan lo que vivimos, pero acabaremos desesperados esperándolo. Cuanta contrariedad, si no es nuestra responsabilidad, más que caminar nuestro camino, no el de nadie más. 

Cuanta incomprensión, del mundo, forzar nuestra salvación personal, al mundo. Cuantas ganas de sufrir, indefinidamente, con tan siquiera pensarlo. Cuanta incomprensión del asombroso valor de la inocencia. Cuanta ceguera provocada por nuestra propia luz y euforia de reencontrarla.

De nuevo, la sensación de lo divino no puede existir si no existe una sensación de limitación tal como puede ser la humana como su contraparte, cara pues de una mísma moneda. El ser humano, la condición humana, más bien, no es una mierda, ni me lo parece, admito. Lo que pasa es lo que pasa en este atribulado mundo, todo ello facilita sobremanera acabar pensándolo. Acabar yendo a contracorriente parece ser parte del reto y gradiente necesaria que esta condición nos proporciona para poder sentirnos vivos. La cerilla y la tira lateral en su caja para encenderse.

Y así vamos caminando, con el humor entremedias, con esa sublime sensación, de que dios es capaz de reírse de sí mísmo.



miércoles, 5 de abril de 2023

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 No he conocido a ningún santo, solo a santurrones. Cuanta gente hace aquello que critica en los demás?, pues mucha, y como yo no soy santo, tampoco, por que eso es un royo infame de la iglesia católica romana en la que no creo, pues dicho queda.

Tiendo a idealizar las relaciones humanas, ponerlas donde realmente no se corresponden, esperar algo que prácticamente nunca se corresponde con el mundo real. Mi error. De mundo real, he tenido tiempo a tener mucha experiencia relacionándome con la gente, tanto con hombres como mujeres, siempre me gustó intercambiar impresiones, pues una forma buena de conocerse a sí mismo, es interactuar con el otro, siempre lo he pensado. 

De vez en cuando hecho de menos la interacción humana, y me pregunto por qué estoy tan "sólo". Y a veces, cuando interactúo con nuevas personas, acabo recordando el por qué: nadie es perfecto, pero eso no significa que debas consentir en tu vida ciertas imperfecciones ajenas. Y sí, abundan.

Martiriza, esa idea mental casi falaz, de esperar que haya alguien que nunca has encontrado en tu vida. Creo que la mantengo por que es lo típico que solemos hacer: no perder la esperanza. O vosotros, vivís sin eso?, sin esperar nada?: "Estado de ánimo que surge cuando se presenta como alcanzable lo que se desea." Eso es la esperanza. Pero, me estoy autoengañando?, supongo que sí, bastante. Dentro de una población con las ideas, estándares, y metas, mas o menos homogéneas, poco puede esperar el heterogéneo. 

Ya lo dije, hay un problema para el que quiere seguir su crecimiento natural: la sociedad en la que vivimos, va en su contra. Quien cree en el sistema, tal y como es, y lo defiende, va en contra de la naturaleza de su mero ser. El sistema, estado-gubernamental y todo su aparataje de propaganda, está diseñado específicamente para restringir ciertos aspectos de tu ser. Tratan de encerrarnos en unos pocos circuitos energéticos de bajo nivel. Son muy pocos y pocas las que tanto quieren, como estan preparados para ir más allá de ese cercado. 

El problema con la consciencia, es que dependiendo de cuan expandida uno la tenga, verá prisiones donde otros ven libertad. En lo que se nos miente es en que esa consciencia no puede expandirse, y de hecho lo hace, de modo natural, más allá de drogas que "ayuden" a ello de algún modo.

Expandir la consciencia te hace ver las cosas bastante claras ante el ejemplo que la actitud ajena decida ofrecerte, es algo casi fisico, palpable, contra lo que te golpeas, la diferencia mental entre las personas. Y no queda mucho más, que aceptar el aburrimiento resultante como subproducto de esa diferencia. Ni es un error, ni un desequilibrio mental o químico, ni una enfermedad. Es un "estamos hechos para ir más allá, y eso es lo que somos". Sólo que, para ser coherente, singular espiritualmente, tienes que tener los cojones de serlo ante todo el jodido universo mental que se te oponga a serlo, el cual es fácil de imaginar. Lo solo que acabes estando es justicia pura, de la mejor que puede existir, por mucho que duela vivirla. Quien cree en la vida la vive día a día.