Hoy me dijo mi padre que me odiaba, y yo le dije que no le odiaba. Que no tenía tiempo para perderlo en eso. Se quedó un poco sorprendido. Luego pasado un rato me pidió disculpas, algo raro en él. No os podéis ni imaginar todo lo que hay detrás de vida al respecto. Sólo un santo aguanta esto. Nada nuevo bajo el sol, la vida siempre ha sido así. No podemos cambiar algunas cosas que tal vez sí querríamos cambiar. No podemos cambiar a los demás.
Supongo que santos reales, no hay pocos, pero ficticios.., de ficticios está internet lleno. Todo aquel que presuma de elevación. Yo he presumido de ello?, ojalá nunca lo haga, no quiero acabar dándome asco a mi mismo. Y si alguna vez lo he hecho habrá sido producto de la "embriaguez" que tal elevación fugazmente pueda producir. Mis disculpas.
Querría cambiar mi nivel de consciencia, para ser una persona "normal" que no hace sufrir a los "normales" que tiene a su alrededor?, a veces se me pasa eso por la cabeza, y otras cosas mas oscuras.
De la historia de mi vida no voy a contar mas al respecto, no sea que algún parásito haga leña del árbol caído. Y veo que los hay, y muchos. Porque qué necesidad hay de hacer una carnicería con la situación del mundo, o de una persona en concreto que veas por ahí por internet, que dada la circunstancia, te compares, proyectes, y veas su vida como la de un miserable, por que te sientes muy superior, libre, felíz y contento, desde tu perspectiva. Qué necesidad hay?, eh?.
Siempre me acabo preguntando cuanta crueldad puede albergar el ser humano. O el ser más allá de lo humano que la demuestra.
Da igual lo que pienses o lo consciente que te creas que eres como para justificar tu actitud ante nada ni nadie, lo que al final se ve es si tiendes una mano al desgraciado, o se la retiras. Si ves al otro en su miseria, como un miserable, es que eres un miserable tu también.
La verdad es que, uno acaba odiando y despreciando, no al otro, si no a todo lo que proclama como excusa para ser un insoportable. Quieres a un otro que te hace daño con sus palabras por que ilusamente ese otro cree que camina por tu camino y por tu alma. Cree que hace lo correcto, justificando su tiranía y crueldad sobre todo lo que existe.
Si así fueran las cosas, tal vez serían más sencillas de solucionar. Pero tenemos que escucharnos a nosotros mismos, no?, y afrontar las consecuencias, no?, dolorosas, verdad?, pues eso; el camino de uno, de su subjetiva libertad, es tan único, que aquel otro dictador impotente que quiera imponer su perspectiva de la realidad, rabia lleno de odio al no conseguir entender por qué existen alternativas. No hablemos de tristes absolutos que sólo sirven como la excusa para la intolerancia hacia el otro, por que es que no me da más que asco mi experiencia pasada al respecto.
Ya hablé en el pasado sobre lo que es la tiranía. Que los mayores tiranos son los que más predican sobre la libertad. Que los mayores mentirosos son los que predican sobre la verdad. Que los que mas odian predican amor, etc etc.
Las dictaduras espirituales, de despertares y quien sabe que putas excusas más para joder al prójimo incomprendido se usan como armas envenenadas a poco que sobrevenga la ocurrencia. Lecciones a nadie, ninguna, claro, el universo se ocupa de eso con una paciencia sobrehumana. El carente de paciencia es el humano, que tiene prisa y desesperación, por follárselo todo a su alcance. Es lo que es, vamos, creo yo, visto lo visto. De qué me podría preocupar yo pues que llegue a comprender el otro.
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No digas polleces e?.